ACTITUDES INDISPENSABLES PARA AVANZAR

Mc Neil dijo, hace ya más de 50 años: “las personas son contratadas por sus conocimientos y despedidas por sus actitudes”. Una frase que, a día de hoy, sigue teniendo todo el sentido. Y es que hay muchos aspectos del carácter que pueden conducirnos directamente al fracaso. Como la incapacidad para adaptarse a los cambios, la imprudencia, la falta de actualización de habilidades y conocimientos, además de la ceguera para reconocer y aprender del talento ajeno e, incluso, de los propios errores.
Sin embargo, alcanzar las metas propuestas en el terreno laboral y en otros ámbitos de la vida es más fácil si se observan algunas pautas de conducta eficaces, como ser concreto y realista al fijar los objetivos, cuidar el aspecto personal –una buena presencia es la mejor carta de presentación–, mantener un estado de ánimo estable y aprender a gestionar el universo emocional con empatía y serenidad. Ser puntual es otra de las cualidades indispensables de cualquier ejecutivo: llegar tarde implica falta de seriedad y escaso respeto por el tiempo de los demás. También es un síntoma de que la persona no sabe planificar su agenda y podría causar problemas de organización en un futuro.
Estos atributos son fundamentales para construir la confianza en nosotros mismos y para proyectar esa imagen de fortaleza interior al entorno. Pero, aún hay más: los nuevos cargos ejecutivos deben ser creativos y tener intuición, que les permita tomar decisiones de mayor valor para la compañía.
Aún con todo, no siempre se gana ni se acierta. El día a día está jalonado de dificultades, pérdidas y renuncias; y es tan importante saber triunfar como tener la capacidad de encajar la derrota sin venirse abajo. Solo así es posible aprovechar esos nuevos conocimientos y experiencia para gestionar con mayor éxito situaciones futuras.