REFUGIO IBICENCO

En este año diferente, con una realidad que nos descoloca y confunde, resulta alentador encontrar lugares que no cambian, que se mantienen firmes y nos esperan con los brazos abiertos. Y uno de ellos es Ibiza, ese mágico edén que nos habla de pueblos blancos y de costas de aguas cristalinas, de una gastronomía deliciosa y de un ocio que no cesa, aunque ahora controlado y bajo las pertinentes medidas de seguridad.
Pero si por algo destaca Ibiza, es por su particular estilo de vida, que surge de su alma mediterránea, de una permisividad bien entendida que a lo largo de los años ha hecho historia y de una naturaleza privilegiada y única.
El caso es que en Ibiza no hay que esforzarse demasiado, pues la isla suma más de 50 kilómetros de playas espectaculares, entre las que se cuentan numerosas calas en estado semisalvaje. Crisol de culturas, nos ofrece numerosos monumentos dignos de ser visitados, enmarcados por la majestuosa presencia de las murallas renacentistas de Dalt Vila. De Ibiza destacamos también su cocina autóctona, fruto una vez más de las aportaciones dejadas por distintos y sucesivos moradores.
Por todos estos motivos y porque Ibiza nos entusiasma, acudimos de nuevo a ella para que nos brinde su hospitalidad y su refugio. Visitamos sus restaurantes, los más representativos y sorprendentes, para disfrutar de sus sabores y aromas; conocemos sus hoteles más destacados, y nos dejamos seducir por la belleza minimalista de sus equilibradas villas.    
No podemos negar la especial fascinación que nos produce Ibiza, y por ello todos los veranos le dedicamos una revista al completo. Esperemos que su magia nos ayude, ahora más que nunca, a cargar pilas y a recuperar la alegría de vivir. Dejémonos envolver por su abrazo cálido y afectuoso.
¡¡¡Os deseamos un buen verano y salud para todos !!!